viernes, 29 de agosto de 2008

2:27 am (para tí...)

Bueno, antes que nada, hola, ¿Cómo haz estado? Que bueno, siempre he dicho que te va excelente en la vida, dice un conocido, bien le va a las golfas y mal a los pendejos, a los demás nos va excelente…
Decía Luca, que lo único que progresa con el paso del tiempo es la tecnología, el hombre no.
Quisiera poder contradecirlo al menos una vez en la vida, quizá no pueda hacerlo nunca, Luca ya esta mas muerto que Lola Beltrán… bien paletota...
Pasan las horas, los días, los meses, lo años… el tiempo pasa y constantemente va cambiando lo que siento, quizá ha vuelto el hábito de escribirte en las madrugadas, quizá, es por que tengo un chingo de trabajo y me da hueva terminarlo en horas decentes y decido escribirte un poco para dejar que llegue lo más pesado de la noche y sentir cuando te levantas de tu letargo para verificar si aun sigo vivo, o al menos en este planeta, sí, lo sé, solo te dieron ganas de pasar al wc, porque como ahora tomas 3 lts de agua por lo mal que están tus riñones, eso de hacer “pipi” en horas poco usuales es usualmente lo que haces desde hace de un tiempo a la fecha.
¿Como puedo ser tan “raro”?
¿Qué es lo que ha mantenido tu atención hacia mi todo este tiempo?
Si ahora mientras llega el alba de este nuevo día me doy cuenta que solo soy el fantasma que vigila tus pasos y el esclavo que libera tus sueños, sin duda, cuando llegue el alba y sea hora de echarme a correr de este mundo me refugiaré en tu brazos para recargar energías y recobrar toda la fuerza que necesito para luchar contra quienes se oponen a nuestros sueños, incluyendo a los políticos y el sindicato de Pemex que son algunos de los responsables directos de que mi avión este en peligro de caer por los altos precios de la turbosina.
Estos días me ha dado por pensar en ti cuando estoy en el trabajo, y no es que no lo haya hecho antes, es solo que ahora no me dejas concentrarme mucho que digamos, me hubiese gustado que el “enanito” hubiese llegado a casa, pero aun tengo la esperanza de que llegue, estoy seguro que solo se le poncho una llanta al tren en el que esta cruzando el Atlántico, siempre será muy precavido el enanito, seguramente tampoco le gustará que corramos en el auto mientras el nos espera en casa… ¿Por qué habría que apresurarlo a él?
Yo sé que en el fondo tienes miedo, miedo de que me puedas querer como yo a vos, yo aun sigo temeroso de seguirte, ¿Hacia dónde guías mis pasos que mi alma no duda? ¿Qué es lo que te propones? ¿nada? De pronto solo me rodeas con tus cálidos brazos y solo dices:
… “ya vente a la cama”…
Y yo muy obediente te sigo… No sin antes regresar de este sueño para entrar en otro, en ese donde vos y yo soñamos juntos....