jueves, 15 de octubre de 2009

Y asi fue...


Princesa Caramelo:
Los días pasan y aquí estoy, pensándote, ya son varios días en los que he querido decirte que ya no estoy en esa ciudad donde nos conocimos, ahora estoy lejos y eso, eso es lo que quería que vieras, si, ya sé que no regresarás a este ciudad y menos a este país que no se sabe a donde ira a parar, muchas veces tengo un humor para decir las cosas que me cuestan muchas personas, incluyendo a la Princesa Caramelo. Ya van algunos meses y sigo pensando que no te he agradecido por ayudar a decidirme salir de la pecera y lanzarme a conocer el mar, aunque eres mujer, siempre tuviste mas agallas que dos hombres, y haz tenido más amantes este año que yo en mis treinta y tantos, no me da vergüenza, ahora se que hay mujeres que saben lo que quieren, y otras simplemente ya están trabajando para obtenerlo. No te he agradecido por esas noches con un café en los labios y esperanzas es en panque de chocolate. No te he agradecido por esas largas horas de espera en el salón de belleza en donde, irremediablemente, me aplicaban los test de las revistas, que si es verdad, que si es mentira, me ponían rojo, y no de pena precisamente. No te he agradecido por la adrenalina que fluye por mi sangre como si estuviera entre tiburones blancos cada vez que manejas el automóvil y yo en el asiento de atrás, no es que manejes mal, lo que pasa es que eres “extrema” dicen las chicas. No te he agradecido por insistir en no actuar caballerosamente todo el tiempo, también necesitas sentirte “rasposa” de vez en cuando, sentirte viva. No te he agradecido por enseñarme a controlar mis celos cuando alguien te mira de pies a cabeza con la cara de estúpido, total, el único estúpido que habita tu corazón soy yo. Aunque mis retinas no están muy de acuerdo, no te he agradecido por las horas frente a la computadora, tratando de escribir y aprendiendo a leer, no es que seas prócer en la lectura-escritura, pero me enseñaste a esforzarme un poco más en cada página. No te he agradecido por los gritos de cada mañana, si ya sé, la ropa no se guarda solita en cesto, pero soy hombre y esa parte del cerebro no es tan aprehensivo como quisieras, si, ya sé, también debo de secar la regadera. No te he agradecido por que trabajas arduamente, así, he aprendido a cocinar y a mejorar mis técnicas de fregado de platos y sartenes, por tu convicción ecologista, los desechables están vetados en el hogar y todo lugar posible. No te he agradecido ayudarme a controlar la manía del control remoto, cuando tu llegas es un alivio a mi preocupación por no bajar el rating de las noticias, es que cuando tomas el control remoto, le das una barrida general a todos los canales mientras esta en comerciales tu serie favorita. No te he agradecido por las noches de ronda, eres la primera en proponer comprar unos tragos y llamar a los amigos, yo no tengo defensa ante esos embates. No te he agradecido, pero algún día lo haré, ahora que ya sé a donde voy, todo es mas claro, y ya lo dijo el poeta, “lo que llevamos dentro es una luz que no deja de brillar jamás” y tú brillas más que un millón de soles. No te he agradecido por ser mujer, pero es que aún no terminas de asombrarme…