viernes, 5 de septiembre de 2008

lo que tengas ahi, yo necesito besar... tu sonrisa sin fin y tu miedo mortal...


11:30 a.m., después de todo el ritual que dictan los cánones burocráticos, y después de sacar los “pendientes” para el día de hoy, me dirijo al armario para sacar el uniforme de piel humana, me han preguntado que ¿porque uniforme de piel humana?, la verdad es que es por dos razones o más, la primera de ella es por una rola de Gustavo cerati, del tema “Vivo” en unas líneas dice “ me pondré el uniforme de piel humana, no esperaba tanto resplandor” tendrían que escuchar la rola y ponerle la atención que el tema requiere, la segunda razón fue por las lineas de un dialogo de una película, no muy sublime, pero que son esas películas que si se les pone atención algo bueno puede salir, Donnie Darko, “¿Por qué llevas ese estúpido traje de conejo ? // ¿ por qué llevas ese estúpido traje de hombre ?... eh aquí dos buenas razones para el nombre de este intento de blog, sé que el día que escriba algo que valga la pena, ese día, la red colapsará y lo que escriba jamás será leído, ese me parece un excelente castigo.

No, no, ya andaba divagando en otros temas, dice el único post anterior y como usualmente suelen ser en esa cantidad. “Que por que te leo?

Es difícil saber porque alguien lee estas líneas si se identifica como “anónimo”. Digo, saben cuantas personas hablan, leen y escriben en castellano? Yo tampoco lo se con exactitud, pero han de ser muchos. Sí, sí escribo para una persona en especial , o quizá para dos, seguramente escriba para más de tres personas, no lo sé, no creo que me hayan leído mas de de 5 personas, eso sin contarte a ti que lees esto en este momento, nunca había pensado en escribir algo para alguien en especial, quiero decir de forma abierta y directa, quizá solo para la princesa caramelo, pero esa es una situación especial, por lo todo lo demás, solo he escrito sueños.

Ay loco… si las cosas fueran diferentes!

Las cosas son como son por las decisiones que tomamos todos los días y a cada instante de nuestras vidas, solo que casi siempre somos tan cobardes para aceptarlo que a esas situaciones las llamamos “destino”. Y nos escudamos en el “destino” cuando generalmente las cosas no resultan como lo visualizamos al momento de decir… “vainilla o chocolate”. Me dijo Doña Ego que no importaba lo que decidieras, siempre seria la mejor decisión. Pero para que así sea, ahora caigo que se debe tener certeza al decidir, y ¿Qué es la certeza? Es no tener dudas y ¿Por qué se tiene duda? Porque no hay seguridad en la decisión, lo demás es lo de menos.

Pero volviendo al tema de hoy, - si, ya habrás notado que soy extremista… el doctor dice que tiendo a la bipolaridad- no puedo escribir más que para una persona, lo dijo el sensei hace algun rato en la choza de Mako:

“ella fue el amor de tu vida y siempre pensarás en ella, pero no hay pedo, si quieres regresar y que te hagan lo mismo, es tu pedo, al final de cuentas, el que tiene que convertirse en hombre eres tú”.

Son situaciones de las cuales tengo que decidir por alguna de ellas, yo siempre he dicho que las decisiones apresuradas nunca son buenas, he cometido dos o tres de ellas por eso lo sé, por eso hay tantas vidas frustradas…

Yo quisiera ser parte de la nueva estadística de seres humanos felices en un 90% o más, pero aun no puedo entrar porque me falta esa parte que las decisiones apresuradas me arrebataron, me faltan muchas cosas que sacudirme, muchas cosas y personas que me limitaron a crecer, entre ellas esta mi persona misma.

He decidido que tengo que volverme loco para entrar en esas estadísticas, como lo han hecho los antecesores, sí, eso es lo que tengo que hacer.

Y si ahora fueras tú quien escuchara de mi lo que una vez me dijiste para echarme de ese lugar?:

“te tienes que ir, perdóname por las groserías”

Más sin embargo, escribo lo que en sueños hago realidad, eso es lo malo de leer queriendo encontrar la justificación, querer encontrar el “destino”… yo solo escribo los sueños que me ayudan a seguir adelante, y que me ayudan a verme en esa estadística de los humanos felices.

Se conocieron tan jóvenes que podrían haber
hecho del otro lo que hubiesen querido.
Habrían podido moldearse a su gusto, si hubiesen
sido más astutos.
Pero para poder usar estrategias, no tendrían que
haber estado tan enamorados. Las tácticas exigen
una lucidez que el enamoramiento quita.
Pero ahora, muerto el amor y separados para
siempre, están arrepentidos de no haber sido más
inteligentes.
Cuando haber amado fue lo mejor que pudo
pasarles.
No importa el tiempo que haya durado.
De todas maneras, podrían haber sido menos
estúpidos.

Dr. Hugo Finkelstein