jueves, 6 de agosto de 2009

chicharrón de pescado y pescada...

Hace ya algunos meses que llegamos a vivir a este vecindario, no es muy grande pero todos están cerca, don lalo el de la tiendita generalmente tiene lo que hayamos olvidado del súper, le hice un pedido especial de los 898 que tanto me gustan, no es que no lo pueda conseguir en el búho del centro pero, dudo que los encargados del mostrador den tan bien los pormenores del los sucesos acontecidos recientemente en el vecindario, por no decir lo que sucedió por la noche mientras dormíamos, alguien siempre nos vigila dice el pinche Maussan, de pronto escucho a lo lejos los gritos de Remigio, siempre que lo escucho me alegra el alma, se que cuando vuelva a abrir esa puerta estarás mirando fijamente a Remigio, después de haberle dicho… “ah, cuando venga tu padre vas a ver…” no sé a que se refieren las madres con esa frase, pero como paniquea dijera el débil mental de fox, cierro la puerta y comienzas con la queja de la noche…
tú.- Remigio rompió mi florero!!! -con lágrimas a punto de brotar como le brotaban a candy...
yo.- ¿y?, estaba re feo
tú.- pero me lo regaló mi mamá…
yo.- pues por eso, lo único bueno que tu madre ha regalado al mundo eres tú…
si pudieras ver tu cara en ese momento, no sabes si seguir con tu berrinche ,llorar o entender que solo es un jarrón que Remigio rompió si el más mínimo afán de hacerte daño, pero esta bien, le extiendo la mano al niño y lo llevo a dar una vuelta a la manzana, para reprenderlo por su travesura, la verdad es que es puro choro, salimos a caminar para platicar cosas de hombres, el jarrón, la maceta o la travesura que haya ocurrido no viene a colación, solo le pido que sea más cuidadoso, no por las cosas materiales, sino por él, me pondría peor que su madre si le sucediera alguna desgracia…
Remigio es muy inteligente, me imagino que lo heredó de su madre, entiende cuanto lo quiero, volvemos a casa, él se disculpa con su madre por ese feo jarrón... tú abrazas a remigio como si no lo hubieras visto en a días, y aceptas sus disculpas sin chispar, quizá en el fondo sabes que el jarrón no importa ni una pizca de lo que te importa un abrazo de Remigio, y con una sonrisa dices “ya, vamos a comer”…
Yo.- ¿Qué hiciste de comer?
Tú.- adivina.!!!
Remigio.-¿ hamburguesas?!!!
Yo.- ¿pollito con papás? jejeje
Tú.- nooo!!! Hice un experimento!!! , dice la receta que es especial para mostrooss..!!!
Remigio y yo.- ¿hum?
Tú.- chicharrones de pescado….!!!
Aaasuuu!!! Es la primera vez que los comeremos, me pregunto si los habrás hecho como hacen el chicharrón de puerca y puerco, te habrás tardado mucho en quitar la piel del pescado?, me encomiendo a todos los santos de mi devoción y le entro a la comida… como decía la finada tía Inés, “ora si te aventates un diez”…