jueves, 23 de abril de 2009

Un poco, pero puedo esperar

"si es que aún no lo entiendes
es el efecto doppler
cuando te alejas de mi"
Soda Esteréo


Esta mañana cuando bajé del autobús, no te ví, respiré profundamente, quizá se le hizo un poco tarde, no ha de tardar, yo busco un lugar donde colocar el equipaje, ¿sentarme?, no, no lo creo, nueve horas sentado es tanto castigo como para siquiera mencionarlo, extraigo de la bolsa un bote con agua, y le doy un sorbo, miro hacia todos lados y nada, solo han pasado tres minutos ya mi cerebro esta conspirando en mi contra, cinco minutos y termino por sentarme, cierro los ojos y te veo ahí, con tu sonrisa y tus ojos llenándose de lágrimas, antes de decir más nada, nos besamos como si fuera la primera vez, el tiempo se detiene, indescriptible, creo que eso es amor, mi mano derecha baja a tu cintura y después se dirige a tus caderas, suavemente detienes mi mano, me dejas de besar y dices “que bueno que llegaste, ¿tienes hambre?”, un poco, pero puedo esperar –le contesto-, levanto el equipaje y salimos de la terminal de autobuses y abordamos el “cachonmóvil”, las siguientes trecientos cincuenta y nueve líneas han sido censuradas por la liga de la moralidad y las buenas costumbres de esta ciudad y por las de casi todo el planeta, no sé si por obscenas o por pura y simple envidia al relato de un paseo inmoral que nunca han tenido y que se niegan el placer de tener, llegamos a casa, ahí esperaba “Shagi” el “bodyguard”, como dice Shakira, “por ti aprendí a querer los gatos” pero aún no del todo, Shagi pareciera que lo intuye, y no me hace fiesta, y lo escucho decir con desanimo “ah, eres tú” y yo le contesto “ acaso esperabas a otro artista” patada y llégale wey… no falta tu reclamo “ya, ustedes parecen perros y gatos” pero yo ya no respondo a esa aseveración, ya estoy concentrado en el vaivén de tus caderas por la cocina, “¿sacas la basura por favor?, no tarda en pasar el camión a recogerla”, me rasco la cabeza y como niño regañado solo me resta hacerlo sin repelar,

De pronto, te siento tan cerca de mí, abro lo ojos y si, ahí estas frente de mi, con tu sonrisa y tus ojos llenándose de lágrimas, nos besamos, mi mano derecha baja a tu cintura y después se dirige a tus caderas, suavemente detienes mi mano, me dejas de besar y dices “que bueno que llegaste, ¿tienes hambre?... yo solo sonrío y te digo… “Un poco, pero puedo esperar”…

No, me niego...

Anoche, recibí un mensaje, dividido en 2, eso de los celulares siempre ha sido una lata, nunca se tiene el suficiente espacio para lo que se quiere decir, mejor, ¿Por qué no te comunicas y dices lo que te inquieta? Bueno, procederé a escribir el mensaje, porque no le entendí, quizá, eso ha sido el problema que he tenido con las mujeres, nunca las entiendo, y como soy muy inseguro, hasta me da miedo preguntarle a Luna, qué es lo que ellas quieren, como las mujeres son muy volubles, cuando comienzo a descubrir lo que quieren y esperan de mi, ya quieren otra cosa…. Un cuento de nunca terminar, por qué mejor las mujeres se dejan amar y punto, mejor aún, por qué no mejor me callo y lo hago yo…

Mensaje uno:

“Yo adore un rey pero me di cuenta que al enano era mas sutil y ahora me di cuenta que al enano a su grandeza es mas sensible al gigante come cerezas...” fin uno.

Mensaje dos:
“Hoy probé la amargura del limón, 100 limones eran arrogantes como tu semblante sin embargo quisiera alegrarte con la dulzura de mi corazón…” fin dos.

La verdad, la verdad, no le entendí, arrogante ¿yo?, creo que no es la forma mas adecuada de pedirle a alguien que te quiera o ¿si? En este momento, ahora, siendo las 12:00 p.m., y viviendo la tercera década, yo sin dudar, digo que NO, no es la forma de desear ni de pedir que alguien te quiera, ¿arrogante yo?, es como si yo estuviera enamorado de Niurka Marcos, y le dijera:
“Sé que Osorio no te quiere, y que el Boby Larios es un pendejo que no sabe lo que quiere, además, sé que eres una putita, una guarra y vulgar, pero déjame domesticarte e ilustrarte con mi amor”

No, me niego. Me niego a creer que esa fue su intención, es más, creo que no fue ella la que escribió ese mensaje, y si no fue ella, peor aún, dejó que otra(o) decidiera por ella, imagino esta teoría porque alguna vez me habrá pasado o, porque dejé que me pasara, no importa ya como fue, pero siempre es bueno, aceptar con uno mismo el error y corregir el curso. Lamento informaros que mi corazón y mis pensamientos ya tienen un principio y un final, sino fuera así, hubiera tomado ese mensaje como un cumplido, y seguiría en lo mismo de siempre, me niego.

miércoles, 22 de abril de 2009

Señor, necesito su ayuda...



Capitulo III

R.F.- El ruido de un avión me saca súbitamente del trance, no sé cuanto tiempo me quedé dormido, o es que acaso me pasó eso que alguna vez le pasó a alguien más: “soñaba que estaba despierto… desperté y estaba soñando”… creo que lo dijo una mujer que se extravió hace mucho, no lo sé a ciencia cierta, mi cigarrillo se ha consumido, tengo que dejarlo antes de que consuma mis dedos…

Toc toc... llaman a la puerta.

¿A caso la gente no duerme? – me pregunto mientras me dirijo a la puerta, pensando en que estúpido que viene a esta hora, pero caigo en cuenta de que soy más estúpido yo al abrir la puerta… una mujer.

M.- Buenas noches, señor Feliz…

R.F.- (Oh que la chingada, que no soy el señor, me digo por dentro…) Buenas noches… ¿señorita?

M.- Del Monte, Lucrecia del Monte… tenía cita con usted hoy a las siete de la noche…

R.F.- (tenía o tiene, yo siempre haciendo precisiones estúpidas) ¿hoy?, ¿a las siete?

L.M.- Sí, hoy viernes a las siete...

R.F.- ¿viernes?

L.M.- si es un mal momento, puedo volver después…

R.F.- No, para nada, todo esta bien, adelante por favor..

Confusión total, me dormí al menos veinte horas o, esto es una broma muy pesada de mi occipital izquierdo, pero, para ser broma, mi occipital tiene muy buen gusto, una mujer de cabello castaño, un cuerpo muy parecido al de Jessica Rabbit, la piel canela, una mujer fatal, de esas que matan en toda la extensión de la palabra.

R.F.- Tome asiento por favor. ¿Le ofrezco algo de tomar?

L.M.- No gracias, estoy bien, solo necesito fuego, ¿tiene?

R.F.- Sí claro –procedí a encender su cigarrillo, aunque para ser sinceros, yo estaba en ese instante que podía encender todo el África con solo una mirada-

Se dejo sentir un silencio estúpido de mi parte, como esos silencios de muchacho de secundaria que después de mil intentos al fin se queda solo con la muchacha aquella que le provoca las más pueriles tonterías, y que después de todo lo hecho… no hace nada, ni dice nada…

L.M.- Necesito su ayuda señor…

R.F.- Yo también la necesito… yo también…

martes, 21 de abril de 2009

Retomándo el tratamiento...


Retomándo el tratamiento... debo de llegar a la claridad....

"Entonces comprendí que las lágrimas no podían hacer que alguien que había muerto volviera a vivir. También aprendí otra cosa sobre las lágrimas; con ellas no puedes hacer que alguien que ya no te quiere vuelva a quererte".

Ryan Gosling (El mundo de Leland)

lunes, 20 de abril de 2009

Cabeza de Medusa...




“y vuela lejos hombre, que nada se interponga…” G. Cerati.

Desde aquella noche solo doy vueltas en la cama, el colchón es enorme sin vos.
He buscado la forma de de hacerlos tangibles, y siempre llego a vos una y otra vez, acaso, ¿sos vos quien conducirá la nave?, o acaso, ¿vos me darás la primer señal? El silencio es buen consejero, quisiera poder verte y mejor aún, tocarte, pero estás tan distante, que mi barco de papel no llega salvo….

viernes, 3 de abril de 2009

Capitulo II Sin remedio.



Capitulo II

Sin remedio.

Remigio Feliz.

Han pasado tres días desde la visita de González, me di a la tarea de revisar las llamadas telefónicas, a Hipólita la seguí desde la mañana hasta el medio día y no había ninguna conducta extraña, realmente estaba desconcertado y, no le encontraba pies ni cabeza a este asunto.

Me levanto de aquel viejo sillón que me ha acompañado todos estos años, y en donde he resuelto los casos más extraños que mi retorcida mente pudo recrear jamás, como el secuestro de aquella muchachita, en el verano de 1950, todos acusaban a pobre muchacho, solo por ser el novio, tenia puesta la mirada, y, peor aún, el dedo de todos, señalándolo como el más atroz de los delincuentes, pensándolo bien, no fue muy satisfactorio ese verano, en ese sillón descubrí la forma de salvarle la vida a ese muchacho, en ese sillón descubrí al verdadero culpable, pero al muchacho no le alcanzaron las disculpas para sentirse mejor, había perdido a aquella mujercita… diecisiete añitos debajo de esa falda… una tarde de agosto se pego un tiro en la sien, diecisiete añitos que no volverán…

Tomo la petaca y le doy un trago, ojala pudiera olvidar esos crímenes, olvidar esas caras, olvidar esos olvidos…

Quizá esta soledad mía no tenga remedio, porque no sé olvidar, porque no puedo olvidar… le doy un chupete a mi cigarrillo, mientras pienso en todas las razones que tiene Hipólita para engañar a González, lo que no entiendo es ¿Por qué Hipólita no lo ha matado?....

-Y ¿tú que me vez? - le grito a un viejo retrato de Aristóteles, no responde, y si me respondiera, ¿a quien le importaría?, no sería más que un hecho aislado en la aislada cabeza de un demente, en otros tiempos y en otros lugares le llamarían a esto un milagro, pero, solo es Aristóteles, y santo no era…





Pienso en Constanza, de vez en cuando siento sus labios satinados de color carmesí posándose suavemente sobre los míos, su piel de seda y mi piel de lija, es por ella que elegí este oficio, porque no puedo llamarle profesión, porque no profeso nada ni pretendo hacerlo, solo quiero… solo quisiera que la muerte me llegara para estar con ella en algún lugar cerca de aquí… pero en vez de eso, debo de seguir indagando en este caso, y peor aun debo de seguir pensando… la muerte tiene que esperar, y yo esperar un poco más…. no hay más remedio…