¿Alguna vez han tenido que decidir entre un helado de chocolate y uno de vainilla? Y no es que no se puedan degustar los dos, pero no se deben degustar al mismo tiempo.
Son casi las 13 Hrs. Y me vino a la mente este pequeño dilema, ojala solo fueran helados…
Mientras tanto en el escritorio donde se definen los rumbos de mi vida, recuerdo la travesía de este fin de semana, la fiesta comenzó desde el jueves… juebebes del pomo dicen los profanos, 3 botellas de single malt y unas botanitas… nos relajamos y platicamos, y por un momento somos todos iguales.
Viernes me llama el Sensei y pactamos cita en AlPunto para afinar detalles de nuestro próximo viaje, llego yo al lugar y esperamos a una cuarta persona, la que se supone es mi acompañante según el Sensei, una pésima elección de acompañante y mi humor últimamente no esta para esas bromas de mal gusto, ordeno una michelada para reponerme de la noche anterior, y después con lap top en mano, termino en chinga los pendientes de la oficina, mismos que presentaría el día sábado. Llega mi acompañante con una hora y media de retraso, ahora comprenden porque me molestan esas bromas de muy mal gusto de parte de mi Sensei y más aun sabiendo que esa mujer me cae como barbacoa de chivo sin su respectivo mezcal… o sea, MAL.
El Sensei insiste en que es una prueba necesaria para mi “sanación” espiritual y lo más importante, para que recuerde cuanto se puede sufrir y perder si se elige mal la barca que eh de tomar para cruzar las aguas turbulentas del mar del amor. Nada del otro mundo. Para esto tome varias copas, como 12 en toda la tarde y parte de la noche, ya estaba lo suficientemente aburrido de las historias de mi acompañante, y más si yo estaba mas sobrio que Pedro Infante en muchas de sus legendarias actuaciones, estar sobrio después de tal cantidad de copas, es producto de tomar 3 botellas de Whiskas cada semana, no lo hago por deporte créanme, pero así es la política, pero mi acompañante y el Sensei ya estaban diciendo terapias como las de la amiga Amira y sus psíquicos…
Sábado después de la presentación de los trabajos, la comida, degustaba un refresco de toronja, cuando me envían de una mesa una beeronga, la muerte, me la tomo en fa… y como Fidel Castro, “comí, y me fui”…
Hoy hago recuento de los daños, daños: ninguno. Beneficios: unas semanas de vacaciones en la playa, iré al desove de las tortuguitas allá en la costa esmeralda… Pinches Nacos, despejen el área…. Ahí les va el peine… piojosos…
Pinche whisky… y tanto que te odiaba…
lunes, 30 de junio de 2008
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1 comentario:
Vámonos!
Cerrado este changarro por vacaciones, mmmh tengo que conocer ese lugar Alpunto?
Mmmh sí me ha pasado lo de decidir entre uno y otro "helado", una vez que tomo uno, ese es el mejor.
Besos
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